12. Los dos ríos de Graná van de la 🗻nieve al olvido🏜

as aguas residuales tratadas y no tratadas son una fuente significativa de contaminación en los ríos. Las plantas de tratamiento de aguas residuales, en algunos casos, no logran eliminar todos los contaminantes, lo que puede resultar en la liberación de patógenos y sustancias nocivas en el río. 

La agricultura intensiva contribuye a la contaminación de los ríos mediante el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas. Cuando estos productos químicos son arrastrados por las lluvias, terminan en los ríos, provocando la contaminación del agua y la muerte de organismos acuáticos.

Este fenómeno, conocido como eutrofización, puede resultar en una disminución significativa en la diversidad biológica y en la capacidad del agua para sostener vida.

La contaminación de los ríos tiene repercusiones directas y indirectas en la salud humana y en el medio ambiente.

La exposición al agua contaminada puede dar lugar a una serie de problemas de salud. Las personas que consumen agua de ríos contaminados corren el riesgo de desarrollar enfermedades gastrointestinales, infecciones y, en casos graves, enfermedades crónicas.

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques,

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

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